INSTRUMENTOS DE PAZ
Nunca nos habíamos enfrentado a una crisis tan grave, como la que hoy vivimos.
Nos encontramos rodeados por el conflicto armado, líderes asesinados, niños maltratados y peor aún hogares destruidos por la violencia intrafamiliar.
En la carta que Jeremías envía al pueblo cautivo por Nabucodonosor, les dice entre otras:
«Y Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice traspasar y rogad por ella a Jehova; porque en su paz tendréis vosotros paz. Jeremias 29:7
Y después el Señor continúa diciendo a través de Jeremías:
“Por que yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehova pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis.Entonces me invocaréis e ireis y oraréis a mí y yo os oiré: Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. Jeremias 29:11-13
Procurad la paz significa esforzarse, gestionar, negociar, emprender la paz.
¿Será que no hemos entendido que la responsabilidad de la paz es de todos? Y que por lo tanto estamos llamados a buscarlo en nuestra familia, nuestro trabajo, en la en todos lados, etc.
Procurar la paz es difícil, pero más difícil aún, es mantenerla.
Rogad por la paz significa orar, clamar, pedir, insistir.
¿Acaso hemos entendido la importancia de la oración en este proceso?
Jesús dijo: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá.Porque cualquiera que pide recibe, y el que busca halla; y al que llama se abrirá. Mateo 7:7-8
Mientras no entendamos el poder de la oración, no acudiremos a ella como parte indispensable del proceso.
Pablo enseña a los Filipenses que cuando nosotros exponemos nuestras peticiones delante de Dios en oración, viene sobre nosotros una paz que sobrepasa todo entendimiento, es decir que está por encima de las situaciones (aún las más difíciles) Filipenses 4:6
Hoy han venido a mi mente esas palabras de Jesús que cobran tanta vigencia: La paz os dejo, mi paz os doy: No como el mundo la da, Yo os la doy,no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. Juan 14: 27.
Y más adelante nos dice:Estas cosas os he hablado,para que en mi tengais paz.En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16: 33.
La paz ni se compra ni se vende.
El problema de la paz está en el corazón del hombre, y ese cambio solo lo podemos encontrar enriqueciendo nuestra vida espiritual.
La pregunta que surge es: ¿Cómo puedo convertirme en un instrumento de paz?:
CAMINANDO EN INTEGRIDAD
La integridad está ligada a la rectitud y la honestidad.
Necesitamos reconocer y asumir responsablemente nuestros errores; tomar posiciones críticas frente a comportamientos deshonestos, valorar y respetar el trabajo del otro.
De esta manera nos convertimos en instrumentos de paz.
HACIENDO JUSTICIA.
El mayor enemigo de la justicia es el egoísmo.
En la medida que desarrollemos la habilidad de pensar en el otro, nos acercaremos a la justicia, garantizando de esta manera un ambiente de paz.
En el libro de Deuteronomio se nos dice que tendremos justicia cuando hagamos o cumplamos los mandamientos de Dios. Y yo me pregunto:
¿Acaso no se refería a amar al prójimo como a ti mismo?
No crees que el día que esto sea una realidad en nuestras vidas empezaremos a disfrutar la paz que tanto anhelamos.
HABLANDO CORRECTAMENTE.
Hoy nos escandalizamos con las armas; sin embargo hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; más la lengua de los sabios es medicina. No podemos seguir desconociendo el poder de la palabra, tanto para destruir como para construir.
El Fruto de Justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz. Santiago 3:18
Hoy la invitación es a revisar lo que dijo Pablo a los Colosenses: Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis como os conviene responder a cada uno. Colosenses 4:6.
PERDONANDO.
El perdón es una decisión y como tal, debemos asumir esa responsabilidad.
Recuerda: El rencor nos roba la paz, la armonía y la felicidad.
Perdonar nos convierte en sembradores de paz.
Reflexión:
Es hora de tomar grandes decisiones por el bien de cada día.
¿Qué tanto estás dispuesto a dar?
- En tu Familia…
- En el trabajo…
- En la cotidianidad…
Lea la Biblia con su familia y póngala por obra.